Enviada por S.S. Guru Prasad Swami Maharaja.
Traducido al español por Asadharana Devi Dasi.
25 Febrero 2008
Cuando Prabhupada fue a Londres, a Ghanasyama Prabhu se le concedió tener un encuentro personal con Srila Prabhupada. Srila Prabhupada lo abrazó con lágrimas en sus ojos, lo abrazó con tal amor y le dijo: "Muchas gracias, tu vida es perfecta", él se ganó el corazón de su Guru Maharaja. Para aquellos que han oído hablar de los informes, aunque no tenemos tiempo para hablar de ellos, todos los días había milagros sorprendentes, él se pondría a sí mismo en situaciones muy inconcebibles, solo dejándose de que Krishna lo salvara. Y Krishna siempre lo salvó.
Algunos años más tarde se fue a África Occidental. Ahí su vida estaba en muchísimo peligro, especialmente en los primeros días: enfermedades, maldiciones vudú, tantas cosas, pero era persistente. Desarrolló templos, comunidades agrícolas, distribución de libros, comunidades, viajó alrededor del mundo. Prabhupada alentó mucho sus modos creativos de distribución de libros, pero él también había ideado formas para predicar la Conciencia de Krishna porque de una u otra forma tenía una profunda pasión por llegar a los corazones de la gente y de alguna manera u otra inyectarles la misericordia de Prabhupada tal como es.
A veces sus técnicas eran como un tipo de anestesia y la gente no sabía realmente lo que estaba pasando, pero una vez que las inyectaba, se veía el resultado. Se convertían plenamente en Gaudiya Vaisnavas, fieles seguidores de Srila Prabhupada. Esa gente que era muy difícil y que casi nadie más podría convertirla se volverían devotos.
Pero a medida que pasaba el tiempo vio como devotos de nuestro movimiento pasaban muchos problemas y a veces estos problemas los volvían espiritualmente débiles, a veces incluso volviendo su fe débil. Una vez más y con una profunda vehemencia en su corazón trataba de llegar a ellos de alguna manera. Algunas personas pueden estar de acuerdo con la forma en que lo hizo, algunos pueden no estar de acuerdo, pero lo que él está tratando de darles, lo que era su motivación, era algo muy profundo. En el octavo canto del Srimad Bhagavatam, en lo que respecta a la historia del Señor Siva cuando bebió veneno para proteger a las entidades vivientes, tanto Srila Prabhupada como Sukadeva Goswami dijieron que el mayor servicio que complace al Señor Krsna es hacer sacrificios en nuestra propia vida para el bienestar de los demás, eso es compasión. Él realmente tenía esa compasión.
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